Con la llegada de septiembre, la vuelta al cole trae más de un disgusto a pequeños y mayores. Los primeros ven cómo sus días de piscina han acabado, los otros se enfrentan a la dura tarea de administrar sus fondos para hacer frente a los gastos del material escolar. Pero este año algunas reglas del juego han cambiado, con la llegada de las tabletas a un gran número de centros educativos, niños y padres disfrutarán de un respiro.
Las aplicaciones educativas proliferan por miles en los market store más populares. No es por tanto difícil, convertir una tableta en un soporte que albergue las posibilidades de aprendizaje más amplias. Idiomas, matemáticas, libros de texto variados o las más diversas ciencias tienen cabida en estos dispositivos; lo que no hace sino relegar los libros tradicionales, cuyo precio suele ser elevado, a un segundo plano en el ámbito educativo. Aprender, independientemente de la edad, se convierte así en una tarea entretenida y eficaz y, además, mucho más barata.
Es un gran día para todos aquellos que ven en las nuevas tecnologías de la información el aliado perfecto para la expansión global del conocimiento. La proliferación de nuevos dispositivos móviles se ha inmiscuido en nuestras vidas con tal fuerza que ahora, desde la base, forman parte de programas educativos que quieren eliminar los antiguos soportes impresos. Así, hoy se inauguran siete de las once escuelas que este año abrirán sus puertas para impartir sus lecciones, exclusivamente, a través de iPads.
Situadas en Holanda, las autodenominadas “Escuelas de Steve Jobs”, comienzan su andadura para acoger a más de 11.000 niños de entre 4 y 12 años que, desde ahora, tendrán en su tablet la única ventana al conocimiento y la educación. Estas instituciones parten del deseo de cambiar la forma en la que los niños aprenden y, así, consideran que estos dispositivos móviles son la mejor forma de iniciar, desde la raíz del sistema educativo, una revolución en los métodos de aprendizaje. El cambio será sin duda notable, pues en estas innovadoras escuelas no hay espacio para los tradicionales manuales o roles educativos.
El aumento de las ventas de dispositivos móviles ha estado protagonizado este verano por las tabletas. No es ningún secreto. Si ya nos resulta habitual la imagen de multitud de personas que trabajando, haciendo turismo o cualquier actividad de ocio usan su tablet, cada vez observamos con mayor frecuencia una escena común: niños que, con pasmosa habilidad (en bastantes casos, mayor que la de sus progenitores), hacen uso de estos dispositivos.
Los más pequeños, ya sea por imitación, atractivo del diseño o usabilidad, se han adaptado a la perfección a la realización de tareas más o menos sencillas a través de las tabletas y las últimas tendencias del mercado no hacen sino demostrarlo.
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